El periodo de “desgobierno” de Zapatero, al más puro estilo “largocaballero updated”, en su intento de destruir y sustituir nuestra Transición y Reconciliación por un nuevo régimen que lograse, en nombre de un nuevo Frente Popular la revancha por la derrota en la Guerra Civil
El proyecto de Zapatero —según el espíritu del «Pacto del Tinell»—, con toda probabilidad, el mayor ejemplo de inmoralidad política de cualquier período no autoritario que nuestra nación haya vivido, pretendía dejar a la derecha definitivamente marginada y convertida en un partido satélite, sin legitimidad, al señalarla de heredera del franquismo.
Su naufragio es debido a la catástrofe económica en la que nos ha sumido su desastrosa gestión. Vamos a acabar previsiblemente con el « ZAPA_TINELL_ERISMO » porque la culpa de que la crisis económica en España sea infinitamente más grave que en otros países, es suya.
Este naufragio, paradójicamente, es un salvamento para una Nación que no se merecía ese fatal destino que un obseso le tenía preparado. Lamentable es, sin embargo, la certeza de que su fracaso no se deberá a la fortaleza de la Democracia integradora, ni a la autodefensa a esos malvados planes sectarios, ni a la existencia de valores y principios para hacer frente al rodillo materialista y totalitario.
Pero lo peor es que los artífices de este gran disparate no se sientan culpables sino víctimas de una fatalidad, y estén dispuestos a “salirse con la suya” e intentarlo de nuevo. Si insisten estos fundamentalistas sectarios y no resurge, en la izquierda, una corriente socialdemócrata a la europea, España se enfrentará a una permanente crispación social, por decir algo leve.
Naufragó, por ahora, el rodillo de las ideas, de la falacia y de la mentira. Con Zapatero se hunden la mentirosa supremacía moral de la izquierda y su hegemonía cultural.
Este naufragio es su mejor legado.
Fdo.: Marino de La Torre López
